El plástico degradable, una alternativa ecológica para el acolchado en los cultivos

El plástico degradable, una alternativa ecológica para el acolchado en los cultivos

El ingeniero agrónomo francés Olivier de Beaurepeire abrió el ciclo de conferencias técnicas programado en FERCAM 2005. Lo hizo con la presentación de un plástico que se utiliza para el acolchado de los cultivos y que desaparece sin dejar residuos al poco tiempo de recoger la cosecha. Con ello se evita la contaminación y consigue el cumplimiento de las leyes comunitarias en materia de medio ambiente.

Agricultura
15-07-2005

La primera conferencia de la Feria Regional del Campo 2005 corrió a cargo de las empresas Inggeo y Genplast en la tarde del miércoles. El tema tratado fue el acolchado con plástico degradable y contó como ponente con el ingeniero agrónomo Olivier de Beaurepeire, formado en las Universidades de Montpellier y de París. Actualmente es responsable del desarrollo de soluciones de eliminación por degradación controlada para plásticos agrícolas de la empresa Ciba Specialty Chemicals y está considerado como una autoridad internacional en la materia.

De Beaurepaire, que estuvo acompañado por los gerentes de Inggeo y de Genplast, Pedro José Rincón Calero y Rafael Cuenca Cáceres, respectivamente, explicó que las leyes comunitarias prohíben desde julio de 2002 eliminar los residuos de plásticos en vertederos, lo que supone un problema para muchos agricultores que utilizan el acolchado en sus cultivos.

Frente a esta necesidad de cumplir la legislación medio ambiental surge como alternativa la utilización de plásticos degradables que desaparecen totalmente gracias a un proceso de oxidación por luz y calor. Este material tiene las mismas propiedades que el plástico no degradable y supone un gran avance ecológico.

Este tipo de productos de “plasticultura sostenible” están presentados en FERCAM 2005 por Genplast y la consultora técnica Inggeo. Además de evitar residuos plásticos tras las cosechas, los plásticos degradables impiden la evaporación del agua del suelo, evita la putrefacción de las raíces, fuertes contrastes de temperatura y favorece la fertilidad de la tierra. Tampoco deja crecer malas hierbas y con ello evita la utilización de herbicidas.

El plástico se degrada tras la cosecha y el terreno queda listo para cualquier cultivo, incluso para el cereal. El plástico desaparece progresivamente y en poco más de un año no quedan ni restos, sin residuos tóxicos ni metales pesados. “Es un sistema muy limpio con el medio ambiente”, declaró el ingeniero francés.

El plástico degradable para acolchado se ha testado en los últimos cinco años con enorme éxito. Para la zona de La Mancha se presentó un plástico de estas características específico para el cultivo del melón. Los ponentes explicaron que el precio de estos productos es totalmente competitivo ya que en un grosor convencional la inversión es similar a la del plástico no degradable.