Francisco José Molina León, estudiante manzanareño ha obtenido la nota más alta de selectividad de Castilla la Mancha

Francisco José Molina León, estudiante manzanareño ha obtenido la nota más alta de selectividad de Castilla la Mancha

Francisco José Molina ha obtenido la nota más alta en los exámenes de selectividad de la región con un 13,975 sobre 14 • Asegura que no es un empollón y que estudia lo necesario. Fuente La Tribuna

Actualidad Municipal
11-07-2012

En una época en la que el deporte se ha convertido en uno de los pocos campos en el que los españoles pueden sacar pecho, los temidos exámenes de selectividad han puesto de manifiesto que la materia gris de los ciudadrealeños también es digna de reconocimiento. De hecho, un alumno del instituto Pedro Álvarez de Sotomayor, de Manzanares, ha obtenido la nota más alta de toda la región en unas pruebas a las que concurrieron más de 7.500 jóvenes al sacar un 13,975 sobre una calificación máxima de 14.

Se trata de Francisco José Molina León, un joven que asegura que «no hay trucos» a la hora de preparar la selectividad y que lo único que ha hecho ha sido «estudiar el Bachillerato que me gusta: el de Letras» y dedicar el tiempo necesario a la preparación de las materias. No obstante, afirma que su vida es igual que la de cualquier otra persona de su edad y que a sus 17 años ni se considera un empollón ni dedica todo su tiempo a los libros. De hecho, comenta que le gusta salir y que en sus ratos libres «pintar y escribir» son dos de sus aficiones. En definitiva, Francisco tiene muy claro «que la vida son otras muchas cosas y no todo va a ser estudiar».

Después de haber terminado sus estudios de Letras, Francisco ha optado por estudiar la carrera de Traducción e Interpretación, por lo que ha decidido marcharse a la Universidad de Granada, pese a que muchos le invitaban a cursar una titulación técnica como Medicina. En lo que respecta a las pruebas de acceso a la universidad, subraya que la materia que le puso en mayores dificultades fue Historia del Arte, si bien tenía claro que, aunque no la mayor, podría obtener una buena nota final. Con todo, Francisco no quiere lanzar las campanas al vuelvo y, pese a la alegría familiar, tiene muy claro que sus profesores también han tenido mucho que ver en sus calificaciones y que, tras el esfuerzo de todo el curso, toca un verano de descanso para afrontar el salto a los estudios superiores; «algo que da respeto, pero no mucho más allá».