Oñate denunció que “hay gente que sólo piensa en la especulación”

Oñate denunció que “hay gente que sólo piensa en la especulación”

José María Oñate, responsable provincial de COAG en asuntos relacionados con el agua, dijo, en el curso de una intervención crítica con algunas comunidades de regantes, que hay gente que no quiere que se solucionen los problemas y que “sólo piensa en la especulación”.También intervino un ecologista y el presidente del Comité Económico y Social, Juan Antonio Mata.

Notas de prensa. FERCAM.
21-07-2006

Oñate -tuvo palabras de agradecimiento para la labor de Antonio Castellanos, anterior secretario general de COAG y pidió reinteradamente apoyo para el actual presidente de la CHG-, comenzó preguntándose por el legado que vamos a dejar a las generaciones venideras si se continúa con una agricultura no sostenible; continuó denunciando que líderes de algunas comunidades de regantes no quieren que se arregle la actual situación del agua, e hizo referencia a los múltiples intentos de solución que se habían frustrado en los últimos tiempos por causa de los inmovilistas.

“Hay gente que no quiere que nada se mueva, nuestra organización quiere” afirmó, antes de denunciar que los especuladores desean que quienes tengan derechos los sigan teniendo y especulando con ellos. Oñate abogó por una reasignación de derechos a los a los pequeños agricultores.

El ecologistas José Manuel Hernández, de Ojos del Guadiana Vivos, se refirió al sistema hidrológico de la Mancha húmeda, un patrimonio muy importante que se ha forzado en los últimos treinta años hasta el punto de acabar con él. Dijo que hay que poner orden en la agricultura para que la armonía que existía, que hoy se denomina sostenibilidad, pueda continuar. Distinguió entre agricultores conscientes y especuladores y señaló que los objetivos de la ecología y la agricultura pueden ser coincidentes.

Por su parte Juan Antonio Mata hizo referencia al documento sobre el agua elaborado por el Consejo Económico y Social de Castilla-La Mancha, en el que se afirma que el agua es un factor de bienestar y desarrollo y se pide un esfuerzo a la sociedad para que se use como un bien para fomentar el desarrollo sostenible. Fruto del consenso, este documento aboga por llegar a una cultura del agua, que hasta ahora no ha existido en Castilla-La Mancha.