Tres claves para acercarse a la portada del mediodía de la Asunción de Nuestra Señora

Tres claves para acercarse a la portada del mediodía de la Asunción de Nuestra Señora

Los artistas que hicieron la portada del mediodía de la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora de Manzanares, antes de ponerse a la obra, tenían en la cabeza un discurso previo, fruto de la mentalidad de la época y de los cánones estéticos del plateresco. El crítico de arte Manuel Gallego Arroyo ha ahondado en los “previos” a tener en cuenta a la hora de acercarse a esta portada.

Cultura
05-08-2006

A medio camino entre la iconografía y la iconología, en tierra de nadie, como “un estudio adefesio”, Gallego Arroyo afirma que esta portada como otras muchas no es sólo una “Biblia en piedra” sino muchos más: “Lo que hay es nada menos que un discurso, con sus argumentaciones, con sus fuentes o referencias, sus ocurrencias y sus dudas… que se hace con la pretensión de convencer, de demostrar”.

El primer previo a tener en cuenta para acercarse a esta obra de arte es que se trata de una puerta, es decir, un límite o lugar preciso que separa lo sacro de lo profano, el bien del mal y, como tal, incorpora algunos símbolos que actúan como barrera contra el mal. Este es el caso de un busto de hombre (derecha) y un busto de mujer (izquierda), así como la figura de San Miguel que, espada en mano, guarda la puerta.

Además de ser puerta, es también un arco de triunfo. La estructura de arco de triunfo salta a la vista, hasta el punto de que para el crítico “podríamos tomar toda la portada como un ‘triunfo’ de la visa sobre la muerte, triunfo del amor, tema tan en boga durante el Renacimiento”.

La segunda clave de lectura que propone Gallego Arroyo es la de la axialidad. Dice que “hay un eje de simetría, que se destaca del conjunto general, organizando el todo escultórico” La axialidad estructura los grupos fundamentales del tímpano. La primera verdad que se proclama en el mismo es la de la Asunción y Coronación de la Virgen, la segunda, lo que denomina “Mistificación de la Justicia” o Juicio final.

El crítico de arte manzanareño hace además un descripción pormenorizada de las figuras de Eva y Adán, en las enjutas del arco inferior; de los profetas, patriarcas y algún rey de Israel; de los ángeles, en los frisos mensurares; de David y Salomón, a modo de medallones en el remate superior; y de los apóstoles Pedro y Pablo, escultura en bulto redondo que rematan las columnas.

La portada del mediodía de la Asunción es también un reflejo del cosmos y de la jerarquía tal como se entendían en el momento en que se proyectó. Gallego Arroyo se deleita, en la última parte de su colaboración de la revista de Ferias de Manzanares, en oponer el arco superior de la puerta al inferior.

El arco superior, dividido en cajetones que encierran los bustos de aquellos que por su virtud han sido llamados a la Gloria, el mundo celestial en una palabra, se contrapone al de abajo, donde se representa el mundo terrenal, ahíto de vicios y pasiones. “Esta jerarquización se mueve en el orden de planteamientos neoplatónicos” afirma Gallego Arroyo, quien añade que orbe celestial y mundo terrenal “son vinculados en un complejísimo programa iconográfico digno de loa, que no agota su lectura en una única dirección”.