La Asociación Provincial de Espondilitis Anquilosante se presenta en Manzanares

La Espondilitis Anquilosante es una enfermedad autoinmune de carácter crónico que cursa con dolor y cuya virulencia se manifiesta a través de brotes inflamatorios que suelen afectar a las articulaciones y al esqueleto axial. Se engloba bajo el término de espondiloartropatias incluyendo además de la espondilitis anquilosante, la espondilitis juvenil, la artritis psoriásica, reactiva y enteropáticas, entre otras.

José Antonio Cabanillas, presidente provincial de la Asociación de Espondilitis Anquilosante destacó, en la presentación de la Asociación en Manzanares, la importancia de un diagnostico precoz. Añadió que el tratamiento puede ayudar a conservar y proteger las articulaciones de los afectados y así mejorar su calidad de vida. Por ello pidió a los médicos de familia que remitan a sus pacientes al reumatólogo “cuando crean que padecen los síntomas de esta enfermedad “.

Según el presidente provincial, el especialista en reumatología realizará un examen físico pormenorizado y análisis de sangre. La enfermedad se caracteriza porque el factor reumatoide es negativo “a diferencia de la artritis reumatoide que es positivo”. Así mismo se ha investigado que la genética juega un papel muy importante”.

En cuanto a la incidencia de esta patología en la población, la espondilitis se da en una proporción del 75% en hombres y del 25% en mujeres. Como curiosidad, y así lo señala José Antonio Cabanillas, cerca de 2500 personas en la provincia están afectadas y otras 2000 padecen diferentes artritis. Los primeros síntomas suelen darse a edades tempranas, a partir de los 20 años "pero lo más preocupante es que algunas ramificaciones de la espondilitis se pueden producir en bebés".

Puertollano se ha convertido en la sede de la Asociación Provincial de Espondilitis Anquilosante. Ahora, y gracias a la labor divulgativa de José Antonio Cabanillas, presidente de la asociación, y su junta directiva, pretende concienciar e informar sobre la enfermedad.

Desde la Asociación provincial se recomienda al afectado la participación en grupos de terapia de apoyo psicológico así como el apoyo familiar, considerado base vital para facilitar la adaptación a las nuevas circunstancias y favorecer la aparición de un clima propicio para afrontar la enfermedad.