¡Olé! Estopa

¡Olé! Estopa

Dos largos olés pusieron el colofón a las dos horas de extraordinario concierto que Estopa ofreció el sábado en la plaza de toros de Manzanares en el pistoletazo de salida de la feria y fiestas 2006. Las más de cinco mil personas que llenaron el ruedo y los tendidos se entregaron al directo de los de Cornellá en un magnífico espectáculo en el que desgranaron su “Voces de Ultrarumba” junto a “clásicos” de sus otros tres discos.

Fiestas
18-07-2006

Estopa no tuvo que hacer “malabares” para conseguir que el público se rindiera a su “ultrarumba”. Fue precisamente “Malabares”, la canción que abre su último disco (Voces de Ultrarumba) la que prendió la mecha a una auténtica explosión de luz, sonido y canciones coreadas por más de cinco mil personas llegadas de todos los rincones de Castilla-La Mancha y de otros muchos puntos de España.

Si al extraordinario directo del grupo sumamos la complicidad de Jose y, sobretodo, de David Muñoz, el resultado es un concierto tan redondo como la propia plaza de toros. “Es un placer volver a pisar tierras manchegas”, saludó David, que a lo largo de todo el espectáculo hizo referencias a Manzanares y a La Mancha. “Siempre paso por aquí cuando voy para mi pueblo” dijo en otro momento en alusión a Zarzacapilla, la localidad extremeña de donde es originaria su familia.

“Tu calorro”, uno de los éxitos de su primer disco, y “Fin de semana”, canción del penúltimo (¿La calle es tuya?) dieron pie al desglose de todas las canciones del disco que protagoniza esta gira de 2006, “Voces de Ultrarumba”, con las que David dijo que iban “a formar un pollo” en el concierto del sábado. Entre ellas fueron intercalando temas de toda su discografía, como “Luna lunera”, “Ya no me acuerdo” y, pasada la hora de actuación, un popurrí con las míticas “El del medio de los Chichos”, “La raja de tu falda” y “Poquito a poco”, que pusieron en pie a los pocos que quedaban sentados en los tendidos.

Cada intervención de David entre canción y canción se convertía en anécdota. Como cuando recogió del público una bolsa con “productos de la tierra” o cuando con su hermano satisfacía los gritos de “que bote Estopa”. La presentación de algunos temas sirvió para denunciar que hay muchos con poco (Vacaciones), o para mandar “por ahí” a las empresas de trabajo temporal (Pastillas de freno).

En el tramo final del concierto se sucedieron las canciones más conocidas de anteriores trabajos para delirio del personal. “Me falta el aliento” y “Fuente de energía” fue una declaración de intenciones antes de la primera despedida para recuperar fuerzas y continuar la actuación con tres bises. Así, aceleraron un poco más con “Cacho a cacho” y siguieron “con palmitas manchegas de rumba” –como pidió David- con “Vino tinto”. La única pieza que quedaba de su último disco era “Paseo”, un tema coral que vino ni que pintado para despedir el recital y para quienes “no pasaron sed” en él.

“Inolvidable, Manzanares”, pronunciaron los Estopa antes de su segunda retirada del escenario y de recordar sus anteriores actuaciones en La Pérgola y el campo de fútbol. El público pidió más y lo tuvo con otro temazo de directo, “Ojitos rojos”, y con “Como Camarón”, una de las más solicitadas. Después de veintiséis canciones y dos horas y diez minutos, el extraordinario plantel de músicos y los hermanos Muñoz se despidieron del respetable con sendos saludos toreros desde la boca del escenario y con la canción “Campanera” de fondo de Joselito.